
Santander, a 14 de Mayo de 2025
Desde que fuera instituido en el año 1994, el 15 de Mayo se celebra el Día internacional de la Familia. Esta conmemoración es la ocasión propicia para promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a lo que es, y debe seguir siendo, el pilar fundamental de toda sociedad.
Este manifiesto de Valores, y Valores Cantabria, pone de relieve nuestra determinación en el apoyo y defensa de las familias en todos los ámbitos, máxime en el contexto social que vivimos en los ultimos años, donde la familia, como institución, está sufriendo una persecución atroz.
Este año, es nuestro deseo enfatizar la trascendental relevancia que tiene para los progenitores de la familia su relación con el trabajo. Del esfuerzo y el sacrificio que tanto padres como madres realizan cada día para asegurar el sustento del hogar, los hijos aprenden el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo.
En nuestra época actual, en la que el trabajo parece haber vuelto a representar una urgente cuestión social y el desempleo, o la precariedad laboral, alcanza a veces niveles preocupantes, aún en aquellas naciones en las que durante décadas se ha experimentado un cierto bienestar, se hace necesario, con una conciencia renovada, comprender el significado del trabajo que da dignidad.
El trabajo es y será siempre una oportunidad para desarrollar las propias potencialidades y cualidades, poniéndolas al servicio de la sociedad y de la familia, una ocasión de realización no sólo para uno mismo, sino sobre todo para ese núcleo original de la sociedad que representa el hogar, la familia. Una familia que carece de trabajo y de recursos está más expuesta a dificultades, tensiones, fracturas e incluso a la desesperada y desesperante tentación de la disolución. En España, donde casi 3 millones de personas trabajadoras se encuentran en situación de pobreza, desde Valores nos preguntamos: ¿Cómo podríamos hablar de dignidad humana sin comprometernos para que todos y cada uno tengan la posibilidad de un sustento digno?
La persona que trabaja, cualquiera que sea su tarea, se convierte un poco en creador del mundo que nos rodea. La crisis de nuestro tiempo, que es una crisis económica, social, cultural y espiritual, puede representar para todos un llamado a redescubrir el significado, la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una nueva “normalidad” en la que nadie quede excluido. La pérdida de trabajo que afecta a tantas personas y familias, que ha aumentado en los últimos tiempos debido a las grandes crisis en las que nos encontramos inmersos, debe ser una llamada a revisar nuestras prioridades.
Las políticas de tutela paternalista para desempleados, que en muchos casos, no siempre, pero sí más a menudo de lo que pensamos, carecen de ánimo y voluntad para incorporarse al mercado laboral, son un error y una carga para el resto de la sociedad. La solidaridad y el apoyo al desempleo, son siempre necesarios y loables, pero nunca deben estar reñidos con un proceder justo ni con unas políticas que vayan orientadas a evitar la cronificación de un mal endémico, ni su perpetuación en el tiempo. Es imperativo revisar las política tanto de ayuda al desempleo, como de fomento y desarrollo del empleo, la formación y la reincorporación al mercado laboral.
En los Estatutos fundacionales de Valores, se indica:
«El trabajo es un derecho, un bien que dignifica al ser humano y debe, por tanto, ser tutelado por el Estado en lo que atañe a la ayuda y promoción en la búsqueda de empleo.»
Este es nuestro compromiso: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!
FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA.
José Luis Tendero Ferrer
Presidente Valores Cantabria.
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